No paran de pasar personas alrededor tuyo, oyes voces, risas, movimiento, jaleo… Las conversaciones se cruzan al mismo tiempo que tú caminas paso a paso, sin ninguna prisa relativa, hacia algún lugar de escasa importancia para el resto del mundo. Realmente nadie te presta demasiada atención, la justa para no tropezarse contigo, mientras notas como el frío te roza en la cara y cierras con fuerza los dedos de tus manos dentro de los bolsillos del pantalón.
Cada persona con la que te cruzas tiene su propia historia, familia, amistades y experiencias de las que con total seguridad jamás vivas ni comprendas. Tú solo eres uno más entre todos los habitantes de la tierra, ni el más importante ni el más inusual. Aunque quizás sea porque aún no lo sabes, o ni siquiera te has querido parar un momento en pensar en ello.
@AkaJito7 Quique Jiménez Almagro.
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