El mundo sigue evolucionando y parece que el nivel de cultura es más elevado que hará unos 50 años, pero la falta de humildad sigue latente en la sociedad.
¿En qué momento pensaste que estaba bien la crítica destructiva? ¿Cómo es que con una sola frase alguien demuestra que pese a estar en la cima no merece aquella posición? La envidia hacia lo ajeno, el querer que lo nuestro reluzca más que ninguno hace que nos ceguemos mirando al sol, sin echarle un vistazo al resto del cielo.
Es fácil caer en la tentación de querer hundir todo lo relacionado con lo que hacemos con tal de destacar, captar la atención de algo o alguien para poder escalar más escalones hacia una cima completamente imaginaria y a la que no le vas a dar la más mínima importancia puesto que siempre vas a querer estar sentado en un trono más alto. No nos paramos un momento a admirar a los demás. Gracias a las posibilidades tecnológicas que tenemos a nuestro alcance somos capaces hasta de lanzarnos a crear algo con tal de tener mayor repercusión que otra persona, y cuando vemos que no somos capaces, lo abandonamos.
Si tienes pensado lanzarte al bello arte de crear algo de la nada, cualquier cosa, dedícale esfuerzo y aprende de los demás, no intentes captar la atención de unos para hundir a otros porque no llegarás a ningún lado, y ante todo, aprende a no pre-juzgar algo sin antes haberlo catado de primera mano.
Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7
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