Tirando de topicazos, podríamos decir que los cuentos de ahora no son como los de antes. Atrás quedaron aquellas historias de bellas princesas encandiladas por principes encantadores.
En estos tiempos que corren, lo que abundan son pacientes sapos que se mueren en las charcas con la ilusión de poder ser besados por curiosas princesas despistadas.
No quieren cambiar, se encuentran bien en su hojita de nenúfar, pacientes, pensativos, ilusionados y hasta desesperados por que llegue su princesa de cuento a darles un besito que los reconvierta en príncipes altos, rubios y de ojos de un carismático azul cristalino.
Sapito sapete… despierta que no se te van a acercar si no cambias. Sonríe que no te cuesta nada, muévete, canta, ríe, baila, muéstrale tu mejor cara a la vida que con el solecito que baña tu charca no tienes porqué estar tristón, apático y envenenado. Enfuruñado por creer que no tienes a nadie con quien compartir. No es así, y lo sabes.
Mójate y lánzate al agua, y que no te cuenten cuentos de princesas encantadas.
Quique Jiménez Almagro. Follow si te gustó! @AkaJito7
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