Nunca estamos contentos con lo que tenemos, nos pasamos el día quejándonos, disgustados… enfurruñados en buscarle el lado negativo, aunque sea lo más mínimo, a todas y cada una de las cosas que se nos brindan por delante.
No sabemos disfrutar el momento, nos cuesta sonreír (de lo poco gratuito que tenemos en este mundo) y cuando vemos a alguien feliz, casi que le recriminamos que madure. La madurez es una invención, la madurez no existe. La madurez es simplemente una barrera más hacia todo el color que le quedaba a tu vida. “Madurar” es ver gris, negro, blanco y marrón donde antaño había amarillo, verde, azul y rojo.
Madurar es no poder comerte una hamburguesa (porque va directa a las cartucheras) pero quedarte haciendo vida sedentaria en el sofá toda la tarde y cenar all-bran.
Crecer es obligatorio, madurar es opcional.
Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7
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