jueves, 3 de mayo de 2012

<<Un escritor es alguien que es capaz de transportarte hacia un mundo completamente distinto al tuyo en cuestión de segundos, para después devolverte a la cruda realidad y dejarte con ganas de más.>>


Un escritor es alguien que ha bebido de la sabiduría de los libros, ha mamado de otro escritor y evoluciona a la hora de lanzarse a escribir sus propios sencillos. Un escritor narra, comparte, enseña, aprende, lucha, viaja… Se empapa con algo que jamás había oído para transmitírtelo con a penas cinco líneas y levantarte sobre tu cara mi línea favorita, esa que te la cruza de oreja a oreja.

A este mundo le faltan escritores, y le sobran fantasmas. Le faltan escritores y le sobran fanáticos. Le faltan escritores y le falta educación.


Quique Jiménez Almagro. @Akajito7

jueves, 12 de abril de 2012

Ahí me encontraba yo

Está oscuro y tengo mucho frío. Apoyadito contra la pared, en cuclillas busco encontrar el más mínimo calor abrazando como puedo mis rodillas. Hundo mi cabeza entre las piernas, no se si tengo los ojos cerrados o abiertos. ¿Qué más da? Prefiero vivir en mi cabeza, allí al menos no finjo que sonrío.

Una ciudad abre sus puertas delante de mí. Un portón inmenso, de una hermosa madera, ni un solo nudo, ni una sola grieta. Más adelante, luz. Una brillante resplandor que obliga a taparse los ojos con las manos con el fin de no dañártelos. Trompetas sonando, pero allí no había nadie.

<< Cientos de edificios de cristal, calles blancas, ni un solo chicle que fastidiara tal bella estampa. >>

Conforme más me adentraba en aquel precioso (Pero a la vez tétrico) lugar, más se aclaraban mis dudas. Seguía solo. Ni un alma que me explicase dónde me encontraba, en qué día vivía, ni cuánto tardaría en salir de allí. Tan solo mi pequeño bloc de notas, donde apunto todo cuanto alcanzo a ver, y comparto en este mismo instante contigo.

Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

martes, 20 de marzo de 2012

Infinity young

Guárdala en frascos pequeñitos y derrámala sobre todo tu cuerpo cuando la necesites. No te preocupes si lo haces solo o en compañía, siempre es un buen momento para exprimir cada gotita de felicidad que guardes en tu interior.

Estas fuentes que manan alegría, risas y sonrojos. Que dan de beber a quien las busque con el fin de rejuvenecer. Que buscan conquistarte con una mañana de sol, que te atrapan entre aromas y que rompen con la monotonía. Cuídalas porque llegará el momento en el que las eches en falta.

No quieras forzar el “cuándo, dónde y por qué” y procura atesorar una cálida reserva de sonrisas y cómplices miradas para cuando estés falto de cariño. No te preocupes si cuanto más creces más difícil te es encontrarla, ya que si logras dar con ella, el beneficio será aún mayor.


Sobre todo recuerda que la felicidad no es el objetivo, si no una forma de alcanzar éste último.

Quique jiménez Almagro, @AkaJito7

martes, 6 de marzo de 2012

Como un niño enjaulado

Aquí sigo yo, escuchándote piar. Apoyadito en mi ventana con la mirada perdida en las nubes blancas, mientras escucho tu sonora melodía. Me encanta y te quiero para mi, tan chiquitín, con esos colores tan bonitos y esa capacidad para dejarme encandilado con tu canto.

Si realmente lo hiciera, el tenerte aquí conmigo en mi cuarto, ¿Qué clase de monstruo sería? Evidentemente no te faltaría la comida más cara de la pajarería, y no tendrías que beber de esos asquerosos charcos de la urbe, tendrías tu biberón de agua clara todos los días a tu disposición. Pero no serías el de siempre.

Me gusta escucharte en la rama del árbol del parque, poder verte al lejos y reconocer tu canto de entre los demás pájaros del lugar. Me gustas libre, bello, radiante de felicidad. ¿Qué ganarías si te encierro en una jaula? Estarías triste, apagado, se te ennegrecerían los colores y seguro que perderías tu canto. No te gustaría el no tener más que dos palitos donde saltar, sin poder estirar las alas, sin poder acompañar al resto de la bandada en la rama. A diferencia de mi, tú eres libre y si algún día te pierdo, ¿Qué le voy a hacer? Prefiero que puedan disfrutar contigo más niños como yo, a enjaularte en un acto de egoísmo y que acabes muriendo triste y solo, en una jaula de barrotes de oro.

Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

jueves, 1 de marzo de 2012

Caminito del sol

Acaba con tus temores, ríe a carcajadas con la boca bien abierta, lánzate al vacío con decisión hacia adelante, bébete el mundo, besa, disfruta lo vivido y lo que te queda por vivir, baila y cambia tu actitud, recuerda que la actitud siempre vence a las circunstancias.

Atrévete a decir más el “sí” y que te cueste decir que “no”, planea un viaje que no vayas a hacer, córtate el pelo sin miedo o déjatelo más largo que nunca. Cambia, evita la monotonía, diviértete, escucha una canción hasta que te aburras, exprime cada paso que des, no tengas prisa por vivir y piensa que lo que hagas ahora lo recordarás mañana. Lee, aprende, nunca dejes de cultivarte. Escucha a los demás y después haz lo que te venga en gana, no pienses en el qué dirán ni el cómo me verán porque lo único que buscan es que vuelvas al rebaño de la rutina. Haz que tus mayores piensen que eres un rebelde y que los pequeños te quieran imitar.

Salta, sonríe, enseña los dientes, saca la lengua, da y recibirás. No te quemes los ojos con el ordenador y sal a la calle. Haz el indio, cuenta chistes, escucha, atiende, haz un avión de papel con las malas noticias del periódico y lánzalo por la ventana. Sueña y despiértate con ganas de convertir esa historia en una realidad. Abre tu mente y acaba con los prejuicios, convierte en oro lo que reluzca y llama a un amigo por teléfono para tomar un café la aburrida tarde del domingo. Saca aquello que llevas guardadito en tu cabeza y grita.

Disfrázate, píntale la cara a alguien de colores y deja que te la pinten, hazle burlas al espejo, suelta al niño escondido en tu interior y deja que disfrute.
Quédate solo y llévate las manos a la cabeza, escribe, disfruta de tu compañía y cuenta un cuento. Haz trampas y pierde, gana y comparte. Deja que hablen de cómo harías mejor algo y deja que se molesten cuando vean que sigues haciéndolo igual de bien a tu manera.

En definitiva vive, que cuando te des cuenta volverá a hacer frío, volverá a llover y serás un año más viejo. Otra cosa no, pero lo único que no vas a poder recuperar en tu vidas será el tiempo.

Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

jueves, 9 de febrero de 2012

Cómo caer desde lo más alto.

El mundo sigue evolucionando y parece que el nivel de cultura es más elevado que hará unos 50 años, pero la falta de humildad sigue latente en la sociedad.

¿En qué momento pensaste que estaba bien la crítica destructiva? ¿Cómo es que con una sola frase alguien demuestra que pese a estar en la cima no merece aquella posición? La envidia hacia lo ajeno, el querer que lo nuestro reluzca más que ninguno hace que nos ceguemos mirando al sol, sin echarle un vistazo al resto del cielo.

Es fácil caer en la tentación de querer hundir todo lo relacionado con lo que hacemos con tal de destacar, captar la atención de algo o alguien para poder escalar más escalones hacia una cima completamente imaginaria y a la que no le vas a dar la más mínima importancia puesto que siempre vas a querer estar sentado en un trono más alto. No nos paramos un momento a admirar a los demás. Gracias a las posibilidades tecnológicas que tenemos a nuestro alcance somos capaces hasta de lanzarnos a crear algo con tal de tener mayor repercusión que otra persona, y cuando vemos que no somos capaces, lo abandonamos.

Si tienes pensado lanzarte al bello arte de crear algo de la nada, cualquier cosa, dedícale esfuerzo y aprende de los demás, no intentes captar la atención de unos para hundir a otros porque no llegarás a ningún lado, y ante todo, aprende a no pre-juzgar algo sin antes haberlo catado de primera mano.


Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

jueves, 2 de febrero de 2012

Pucri

Viene cuando quiere

si no te gusta no lo intentes

que es lo peor que puedes hacer.

Terminas ofuscado, enfadado y agobiado

si ves que hoy no la vas a tener.

Se llama inspiración y anda falta de musas

que sirvan para narrar todo lo que buscas

en tu vida, en tu cuento y en tus fantasías

cuesta hacer bonito todo lo que ansías

pero no te preocupes porque llega a quien la sabe esperar

sea en la cama, sea en la playa o de tu mano al pasear.

A las seis de la mañana o a las cuatro de la tarde

mantén tu cabecita despierta siempre al tante

de las oportunidades, no estés a verlas pasar

y con esfuerzo y con cariño, todo llegará.



Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

jueves, 26 de enero de 2012

Un pueblo sin cultura es un tierno rebaño manejable.

Esta es la historia de Venárez, un pequeño pueblo al que su rey tenía completamente bajo control. No era cruel con sus habitantes, jamás usó la violencia. Simplemente se basaba en la desinformación de su gente para que éstos acataran, sin ningún reparo, todas las leyes que proponía.

La educación que recibían los habitantes de Venárez era muy básica; de pequeños aprendían a leer y a escribir, cuidar el campo, talleres de trabajos manuales y lo más imprescindible de las matemáticas. Además, al ser un pueblo cercano al mar y la montaña, con un clima agradable y bellos paisajes… ¿Quién se querría ir de allí?

La familia real llevaba en Venárez desde tiempos inmemoriales, no se recordaba ninguna guerra, votación, y como nadie conocía a ciencia cierta la historia de su propio pueblo, tampoco se preocupaban en preguntar a sus mayores, ya que sabían que las respuestas de éstos no les iban a resolver muchas dudas. El rey, realmente era de otro pueblo y otra cultura bien distintas, y con un poco de arte, sabía manejar fácilmente el rebaño sin que éste pusiera la más mínima oposición. Cuando algo no era de su agrado, manipulaba a la prensa local para que todo el pueblo se enterase de lo mal que se habían portado fulanito o menganito, con los correspondientes linchamientos y manifestaciones en su contra. Librerías y bibliotecas no tenían cabida en Venárez, pueblo más bien de gimnasios y restaurantes de comida rápida.

Una vez, un habitante de Venárez pensó en lo poco que pensaba la gente de allí, lo poco que sabían a parte de sus propias tareas e ideó un plan para que todos sus vecinos supieran un poco de todo, y estuviesen más culturizados. Colocó en medio de la plaza, una mesa grande y bonita, bien labrada, en la que había diferentes casillas que había etiquetado, estaban las más básicas como las de “horticultura” y “cocina” hasta “publicidad” o “diseño”. En un principio no se le hizo mucho caso a la “Mesa de las etiquetas” pero cuando el primer vecino contó lo bien que le había ayudado leerse un par de líneas de un libreto de “gimnasia” todos pasaban las tardes yendo y viniendo de aquella mesa colocando y utilizando las etiquetas a su placer. ¡El saber no tiene cabida! decía el creador de la mesa, mientras la hacía mas grande debido al éxito que estaba teniendo su idea.

Cuando el rey se enteró de lo que pasaba en el pueblo, quiso destruir aquella mesa y quemar todos los panfletos, sabía que todo eso no le iba a traer nada bueno y pensaba que lo único que conseguiría sería un pueblo rebelde, así que mandó a la guardia quitar la mesa, de noche, cuando nadie les mirase, dejando una nota que rezara “Artefacto creado por y para el mal, eliminado por su majestad en beneficio de todos”

La respuesta del pueblo fue evidente, jaleo, manifestaciones, ruido en contra del rey, pero éste sabía como mantener a sus subordinados, así que mandó a la prensa un comunicado en el que ponían al humilde creador de “la mesa” de vuelta y media. Difamaciones, calumnias, mentiras… El creador de “la mesa” fue a la cárcel y el pueblo comprendió que realmente aquel que les regaló aquella idea realmente era una mala persona y nadie más se quejó.

En su pobre ignorancia fueron felices y comieron perdices, el rey siguió manejando a un rebaño sin cultura y éste se dejó sin rechistar.


Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

miércoles, 18 de enero de 2012

Fragmento roto 2 (Sin principio ni final)

“<< Situación: Mansión de la familia Mathie, sala de té. Unas enormes y pesadas cortinas de terciopelo rosa acabadas en unos esponjosos ribetes cubren el gran ventanal, aportando una cálida y apacible sensación a la estancia. Sentadas una frente a la otra en cómodos sillones orejeros continúan su charla. >>


-Ya está, ya lo has conseguido… ¡Mira que te ha costado!
-(Su compañera ríe)
-Tantas palabras, miles de historias con sus distintos finales imaginarios en tu cabecita, tantas noches en vela… ¿A caso merecía la pena?
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir que, el camino ha sido emocionante, te he visto viva, decidida en cada paso que tomabas… pero ahora que ya lo tienes estás mucho más apática, indiferente. Como si todo lo que has luchado ayer no lo estés disfrutando hoy.”


Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

viernes, 13 de enero de 2012

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La tenía en su red, y él lo sabía.

Atrás quedaron aquellos preciosos colores que le resaltaban en las mejillas cuando se ruborizaba. Perdió su aroma, el color y la alegría. Como una rosa marchita a la que cortaron las espinas para que no pudiera hacer daño a nadie fue secándose lentamente, abandonada y tronchada a su suerte en un jardín seco, y que, para que negarlo, sabía que nadie iba a regar.

Ella no paraba de repetir que todo iba a cambiar, que le dejaran de contar cuentos de televisión, que ya había pasado por esto y que sabía mantener la situación. No era ninguna mosquita muerta, y el hombre del que se enamoró no era como los demás. Él era especial.

Tan especial fue que no era capaz de mover un pie sin su consentimiento. Se dejó cortar las alas por un simple cobarde inseguro que le prometía amor a cambio de sumisión. Que llegaba a casa tarde, furioso y con la boca desencajada, oliendo a perfumes baratos y haciendo equilibrios con los brazos.

Lejos de amarla, para él tan solo era una posesión más, un simple mueble que hacía lo que se le ordenaba. Estas son las historias en las que, a no ser que la princesa despierte a tiempo, siempre gana el malo.


Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7

jueves, 5 de enero de 2012

Nuestro particular rompecabezas.

Podríamos decir que somos una pequeña pieza de un gigantesco puzle, anclados fuertemente a familiares y amigos (nuestros círculos más cercanos).

Todos y cada uno de nosotros nacemos con piezas ya ensambladas de serie, y piezas que se incorporarán a lo largo de nuestra vida. Unas quedarán para siempre mientras que otras, debido a que no encajen perfectamente en nuestro puzle, serán sustituidas o directamente suprimidas.

Con todo esto, buscamos poco a poco perfeccionar este bello puzle de nuestra vida con la pieza maestra, una única pieza que ocupe ese lugar vacío y transparente del rompecabezas de nuestra vida.

No siempre nos damos cuenta pero muchas veces, cegados por el interés de llenar ese hueco, la pieza que hemos colocado ahí tapa otras piezas más importantes, entra a horcajadas y empuja a las demás. Unas piezas que han estado embelleciendo nuestro puzle desde que decidiste con todo tu cariño dejarles un hueco en tu particular rompecabezas.

Aprende a cuidar ese hueco, es tu hueco, no quieras rellenarlo con un eslabón que no encaje con tu puzle.

Quique Jiménez Almagro, @AkaJito7